jueves, 26 de enero de 2012

Sobre el 10 de enero: Orson Scott Card


“Me encantó este librito. Narrativa breve y efectiva, un tentempié muy recomendable si lo que se desea es una lectura adolescente y sin complicaciones formales.” Abrimos este resumen de la reunión sobre El juego de Ender con un comentario elogioso de la novela dejado en este blog, para compensar lo que viene a continuación: en la sesión, incluso quien lo había propuesto, abrumado por categóricos “no me ha gustado” o “no lo he leído”, confesó: “No puedo defenderlo.” Según él, la segunda parte de la saga es la que realmente vale la pena, ¿lo intentamos?

El juego de Ender: el cuento
“Al leerlo por segunda vez, sabiendo que hay un cuento, he imaginado qué cortaría y me parece evidente que sería el comienzo y el final, el último capítulo es prescindible, parece escrito para enlazar con la siguiente entrega de la saga”
“A mí me gustó mucho la novela y por eso me he puesto a leer el cuento para venir y me gusta también porque en el cuento justifica por qué utilizan niños para ir a la guerra”
“En la novela también se justifica”
“Pues yo no lo he visto justificado en la novela y todavía no lo entiendo”
“Otro cuento que da lugar a una novela es La casa de canto, pero parte de un error, que todo el mundo interpreta igual la música”

Diálogos y videojuegos
“Lo bueno de este autor son los diálogos, son muy vivos y hacen avanzar la acción”
“Él lo sabe y por eso inicia los capítulos con diálogos”
“Esa me parece la fortaleza del libro, aparte de la fantasía”
“Al principio no se sabe quiénes hablan, yo iba perdida. El principio prometía, pero luego no me ha gustado nada, creo que si no te gustan los videojuegos es difícil que te guste esta novela, porque describe hasta el último detalle”
“Yo no lo ha leído, pero, por lo que decís, recuerda a James Ellroy, en sus descripciones de combates de boxeo, que son de un nivel de detalle que a mí me aburre soberanamente, pero le reconozco el mérito”
“Todas las batallas las va describiendo y es muy aburrido, yo no lo entendía y me lo saltaba”
“Coge una estructura y la repite 50 veces”

Básico de la ciencia ficción
“Sin embargo yo creo que esa fue la razón de su éxito, porque cuando se publicó, en los 80, comenzaba la fiebre por los videojuegos”
“Los personajes dan bandazos psicológicamente hablando, toman posiciones muy extremadas. Es un autor que cultiva la exageración”
“Pero el niño evoluciona, como cuando pasas de pantalla”
“Hay un momento en que piensas que lo de los insectores es un invento”
“Cuando habla por ejemplo de aparatos de vídeo, a mí me pareció un poco ridículo, un futurismo superado”
“Ese es precisamente el encanto de la ciencia ficción”
“Y este libro es un básico de la ciencia ficción”

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, ya he leído "Ender's Game", que parecía que ibas al infierno si no lo leías. Iré al infierno igualmente, pero después de haberlo leído. Es una novela muy, muy belicista, aunque alguién pueda creer, en mi opinión de manera equivocada, que contiene una crítica a los métodos militares. No por nada la novela es una de las lecturas preferidas en las academias militares de Estados Unidos, como explica con mucho orgullo el autor, Scott Card, en el prefacio a la edición americana de la obra. En cualquier caso, quisiera hacer un par de críticas a la novela, una dirigida en particular a la misma novela y la segunda a la ciencia ficción que se escribe hoy en día en general.
La crítica referida a la novela en sí es que es muy difícil de creer que los "buggers" (insectores) puedan alcanzar semejante nivel tecnológico y en cambio sean incapaces de desarrollar conciencias individuales. Esto me parece muy poco verosímil desde el punto de vista meramente biológico.
Mi segunda crítica, como he dicho, es más general y se dirige a la ciencia ficción que se escribe en la actualidad. Admito por delante que ni creo en naves extraterrestres -ni en la posibilidad de que lleguen hasta nosotros, ya habrían llegado y se habrían dado a conocer-, ni tampoco en cosas como la máquina del tiempo pues de poder existir ya habríamos recibido incontables visitas desde el futuro. Pero mi reproche de fondo es que, a diferencia de lo que ocurría con las novelas de Julio Verne, que tardaron sólo unas pocas décadas en hacerse realidad, la ciencia ficción actual no se materializa. Sólo hay que comparar el 2001 real y lo que fue con el que vaticinó Arthur C. Clarke, pero es que lo mismo pasa con todas las novelas de ciencia ficción, que la Humanidad en su conjunto cada día parece más lejos de las estrellas y más cerca de la mierda, nuestros políticos y nuestros bancos, donde al parecer la mayoría se siente más a gusto que pensando en expediciones interplanetarias.

Veletri

runer dijo...

pocas bromas sobre el infierno, por favor, ya estamos en él y aún no nos hemos muerto. Sobre la ciencia ficción... cierto que Verne se pegaba a lo posible cuando escribía pero no era eso lo más corriente. Aparte, los autores contemporaneos no tienen la culpa de que la ciencia tenga limites, la ciencia ficción del siglo XX fue sobretodo un producto de serie B y los autores se daban por muy satisfechos con poder pagar las facturas.

Anónimo dijo...

Goldmann Sachs y J. P. Morgan no están en el infierno, están en el paraíso. Y tampoco se han muerto. Lo que yo digo es que las historias de ciencia ficción que se escriben hoy en día, con contadas y honrosas excepciones, cada día están más lejanas de la realidad física. Y quizá no sea sólo culpa de los escritores, sino también de los que diseñan esa realidad. De todas formas, veo una contradicción en tus argumentos, porque si la ciencia tiene sus límites, una de las cualidades de los autores sería justamente percibirlos porque si no más que escribir ciencia ficción pues escriben cosas que en realidad se emparentan más con la superstición, como las historias de E.T.A. Hoffmann o Poe.
Veletri

runer dijo...

bueno, a ver, hay autores que se ajustan mucho a la realidad cientifica, tipo Clarke, otros que nada, Card, sin ir más lejos, y otros que están en medio, Niven por ejemplo. En todo caso esto parecen las criticas que le hacían a Flaubert de que Salambo no era "arqueologicamente" correcta y él decía que lo que a él le preocupaba cuando escribia era hacer algo literariamente correcto, y da verguenza decir que Card es literariamente muy malillo

runer dijo...

y aparte, Morgan y Sachs también están en el infierno, son parte de los demonios mayores

Anónimo dijo...

Huy, de eso nada, El infierno es propiedad exclusiva de los pobres, donde iríamos a parar. Es el único terreno que nos queda.
Veletri